Llegar a un amplio salón lleno de espejos para hacer una serie de desgastantes ejercicios puede ser, para muchas personas, la situación más disparatada y vanidosa del mundo, pero esa actitud de mejorar el cuerpo y la mente se convierte en alimento diario. Hoy en día, hombres y mujeres de casi todas las edades asisten a un gimnasio para encontrar en ese espejo la imagen de una persona que puede regalarle una sonrisa a su propia figura, sentir el lenguaje de sus músculos y el exquisito placer del cansancio físico que sólo el deporte nos puede ofrecer.
Por Pilar Rivera Ramos
Miss Nessy empieza su rutina diaria a las seis de la mañana. Un buen desayuno, ropa cómoda y un maletín sobre el hombro marcan el inicio de su presentación diaria. De pronto se ubica sobre un estradillo, presiona el control musical y comienza la rutina, detrás de ella decenas de personas con historias diferentes le siguen el paso.
Esa es, en resumen, la forma cómo conocimos a “Miss Nessy” (Nessalix Alda Soncco Cornejo), una profesional de Biología que a sus 32 años se alejó de su carrera científica para motivar la flexibilidad del cuerpo humano, la resistencia cardiovascular, fuerza, agilidad, equilibrio y velocidad de la actividad física.
LA MODA DEPORTIVA
Motivada inicialmente por la práctica del step (escalón), que se puso de moda en Arequipa, pasó a un nuevo programa que estaba “rompiendo” en los gimnasios en Arequipa, es así que decidió ingresar al mundo del fitness, en el que ahora es considerada una profesional, porque ha logrado perfeccionar la técnica.
A veces, los alumnos participantes solían sentir la ausencia de la profesora, pero esto se debía a que Nessy participaba en una serie de capacitaciones de Radical Fitness (organización internacional con más de sesenta países afiliados), donde aprendió el Fight Do (tae bo o combate). Luego, en otro programa, aprendió aeróbica, y le siguieron un sin número de congresos en Lima y otras ciudades del país.
Pero siempre llegaba con una amplia sonrisa para mostrar las nuevas técnicas deportivas, organizando una que otra maratón deportiva para mejorar la presentación de sus seguidoras, gordas o flaquitas, todas interesadas en hacerle guerra al colesterol, al cansancio y, porque no, también a la depresión.
“Yo vine aquí porque me recomendó el médico”, “yo en cambio vine para bajar mis ciento veinte kilos de peso”, “yo vine porque simplemente quería mejorar mi vida, encontrarme a mí misma”, son algunos de los testimonios que revelan las seguidoras del fitness en Arequipa, quienes buscan en cualquiera de los gimnasios donde Nessalix enseñe.
DE PADRES DEPORTISTAS
Y es que Nessy nació de dos padres deportistas. Él, profesor de fisicoculturismo y, ella, profesora de aeróbicos. Ambos decidieron poner el gimnasio Olimpo, uno de los más antiguos y reconocidos de Arequipa, que formó campeones nacionales.
Ahora, la familia trabaja de lleno en el gimnasio Olimpo Fitness Club (la satisfacción de sentirse bien), donde también alternan nueve trabajadores más. El gimnasio no sólo busca armar cuerpos para competencia, sino también moldear cuerpos saludables.
Pero la actividad deportiva que exige Nessy va aún más allá. Muchas de las asistentes no sólo cantan y bailan al ritmo de los ejercicios físicos, también eliminan, junto al sudor, los malos recuerdos y dicen encontrar la vitamina especial que les mejora el ánimo, “mover los músculos risorios es el ejercicio más fácil, que nos ayuda a cambiar a los seres humanos”, revelan entre sonrisas sus alumnas.
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