martes, 24 de julio de 2012

La Beneficencia Pública ya no quiere perder


Desde hace más de treinta años la Beneficencia Pública de Arequipa no tiene más beneficiarios y su directorio afirma que lo único que hereda son deudas y muchos problemas. Frente a esto, los arrendatarios, principalmente de los centros comerciales y complejos habitacionales, se niegan a reconocer sus deudas y señalan -apuntando fijo con su dedo índice- que todo lo que se quiere hacer es un oscuro negociado que los conduce a la desconfianza. Al final de todo, la Beneficencia ya no quiere perder dinero, sólo ganarlo.

Por Pilar Rivera Ramos
La Beneficencia Pública de Arequipa parece dejar atrás una etapa de subsistencia económica e impulsa un nuevo giro financiero que le permitirá mejorar la capacidad de sus programas sociales.

Según declaraciones del presidente de Directorio, Edgardo Calderón Paredes, esta institución  debe mejorar su capacidad autogestionaria “porque tiene un potencial inmobiliario que tiene que ser aprovechado al cien por ciento”, con lo que se dará fin a una etapa de silencio económico con deudas casi irrecuperables.

Hacía unos días, el mismo funcionario hablaba de una pérdida de cerca de un millón de nuevos soles anuales por concepto de alquileres, y esa recuperación de inmuebles es, precisamente, el objetivo que se han fijado “entre ceja y ceja” los miembros del directorio, “para financieramente ganar y no perder, como lo venían haciendo en otros años”.

Sostuvo que tradicionalmente la entidad benéfica sólo captaba recursos por alquileres de sus inmuebles y por la venta de nichos en el Cementerio General de la Apacheta.

Ahora –dijo- apuntamos a la capacidad económica que pueden ofrecer básicamente el complejo hotelero Presidente (ex Hotel Presidente), donde se proyecta abrir un moderno mirador turístico; el circuito turístico de visitas nocturnas al cementerio general de la Apacheta;  recuperación de las playas de estacionamiento de propiedad de la Beneficencia Pública de Arequipa y el cobro de alquileres a arrendatarios morosos.

VISITAS NOCTURNAS AL CEMENTERIO
Un paseo guiado por el cementerio de la Apacheta, promoviéndolo como el museo abierto más grande de la región, puede generar entre treinta y cuarenta mil nuevos soles anuales con el cobro de diez nuevos soles por el ingreso (sólo para el horario nocturno).

Se afirma que este escenario debe ser revalorizado por la población arequipeña y público en general, entre los que se considera, también,  a los visitantes extranjeros.

“Es la historia cívica de la ciudad, que todos debemos conocer”,  y sus visitas -especialmente programadas en noches de luna llena- curiosamente pueden ofrecer esa cantidad de dinero.

La Beneficencia Pública de Arequipa también ha puesto sus ojos en los ingresos que genera la capilla del lugar y, según convenio con el Arzobispado de Arequipa, desde ahora todo el dinero que capte este escenario religioso debe entregar el 45% de las ganancias a la Beneficencia.

Estamos hablando –señaló- de unos cincuenta a sesenta mil nuevos soles anuales; mientras que el uso de la playa de estacionamiento, que se ubica en la parte posterior del Cementerio General, debe dar una ganancia entre quince a veinte mil nuevos soles mensuales en sus temporadas más altas, como son las conmemoraciones por los días de la madre, del padre, y todos santos.

MIRADOR MÁS ALTO
En los últimos cincuenta años, el ex Hotel Presidente, aquel enorme edificio que se levanta al frente de la iglesia de Santo Domingo, también puede generar otro importante ingreso.

Abrirlo a la población como un mirador turístico (desde la azotea), para observar toda la ciudad, debe generar un ingreso estimado de cien mil nuevos soles anuales.

La idea es abrir este escenario antes de las fiestas de Arequipa, para lo cual se viene trabajando en el sistema de seguridad de acceso al piso más elevado; es decir, gradas y ascensores.

PLAYAS DE ESTACIONAMIENTO
Calderón Paredes fue enfático en señalar que las playas de estacionamiento en los últimos diez años no han rendido un céntimo a la institución, y se calcula que los espacios para estacionamiento de la zona de El Filtro, frontis  y sótano del ex Hotel Presidente y de las galerías Santa Fe (entre las calles Pizarro y Calle Nueva) deben arrojar una cifra calculada en veinte mil nuevos soles mensuales.

El presidente del Directorio indicó que, a través de estos ingresos y el cobro oportuno y actualizado de los cerca de cuatrocientos inmuebles de propiedad de la Beneficencia Pública de Arequipa, esta institución puede llegar a percibir unos cinco millones de nuevos soles al año.

“Los recursos se generan”, resumió, en una frase, la decadencia económica con la que ha subsistido la Beneficencia Pública que, dicho sea de paso, hace más de treinta años que no recibe herencias inmobiliarias, pues lo único que ha heredado sólo han sido deudas.

DATOS
Entre sus programas sociales, la Beneficencia sostiene albergues y casas de reposo, como el Albergue de Jesús, Hogar de María, Chávez de La Rosa, el Centro de Salud Mental Moisés Heresi, albergue Buen Samaritano, entre otros.



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