Por Pilar
Rivera Ramos
Una
estudiante de nivel secundario del colegio Prescott fue retirada de este centro
educativo al detectarse contra ella un ambiente hostil y de marginación, por
problemas de conducta que inicialmente motivaron su expulsión y posterior
reposición, mediando un proceso judicial que se ventila en la Corte Superior de
Justicia de Arequipa y el Ministerio Público, respectivamente.
En la UGEL Norte,
personal de la Unidad de Gestión Pedagógica, supervisó el derecho de la
estudiante a permanecer en el colegio que, mediante orden judicial, tuvo que
ser repuesta el pasado 13 de abril del año en curso, aún cuando la dirección
del colegio anglo americano se negó a acatar dicha medida.
Esto motivó
que en su momento la jueza del Cuarto Juzgado Civil, María Concha Garibay,
ordenara el descerraje de la puerta principal para cumplir con la medida
judicial y garantizar así su derecho de educación de la menor de edad.
Documentos
oficiales que obran en la Unidad de Gestión Educativa revelan que la menor
permaneció en este centro educativo del 13 al 23 de abril; pero luego, por
voluntad de sus progenitores, fue trasladada a otro colegio, cuyo nombre se
mantiene en reserva.
Esto -según
el abogado defensor de la familia Delgado- ante una serie de actitudes de
hostilidad que percibió la niña de parte de sus compañeros de estudios y
profesores porque, supuestamente, este caso habría llamado la atención de la
opinión pública por considerarse un tema único de reposición judicial que adicionalmente
generó conflicto de intereses entre el Poder Judicial y el Ministerio Público,
que analizan el caso.
Fuentes de
crédito aseguran que inicialmente los padres de la niña trasladaron a la menor
al Colegio La Salle, pero no existen registros de matrícula, por lo que se
estima que la menor fue trasladada a otra institución educativa que finalmente
le garantiza la tranquilidad emocional que necesita.
MENOR REMECE AL COLEGIO PRESCOTT
Recordemos que
en la edición No. 30 de VISTAPREVIA se informó que por una falta disciplinaria
a fines de 2010, una estudiante fue expulsa de este centro educativo cuando
cursaba el tercer año de secundaria.
Los padres
de la estudiante interpusieron una acción de amparo para que la repongan a este
centro de estudios. El Poder Judicial declaró fundado el pedido en segunda
instancia, y es en octubre de 2011 que se emitió la sentencia final a favor de
la menor.
No
obstante, en febrero de 2012, ante el inicio de las labores escolares, los
padres de la niña pidieron que se efectuara la reposición de su hija al
colegio, pero la acción se frustró hasta en dos oportunidades.
Finalmente
se fijó nueva fecha para la ejecución de la orden y esta quedó señalada para un
viernes 13 de abril. En la acción participaron como veedores dos miembros de la
UGEL Norte, un representante del Ministerio Público (Fiscal de Familia), dos
efectivos policiales, la niña, los padres de la misma y la jueza encargada de
la ejecución de la medida.
Ese día,
personal de guardianía del colegio se negó a abrir las puertas, por lo que no
hubo más remedio que romper las puertas para garantizar el ingreso de la menor,
la cual fue repuesta en el salón de clases que le correspondía, ante el asombro
de sus compañeros de clase.
Posteriormente
la Dirección del colegio emitió un comunicado a todos los padres de familia,
donde expuso públicamente los hechos ocurridos al interior del centro educativo,
lo que -al parecer- motivó el cambio de conducta de sus compañeros de estudios
y profesores frente a la presencia de la niña.
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