Desde hace
más de treinta años la Beneficencia Pública de Arequipa no tiene más
beneficiarios y su directorio afirma que lo único que hereda son deudas y
muchos problemas. Frente a esto, los arrendatarios, principalmente de los
centros comerciales y complejos habitacionales, se niegan a reconocer sus
deudas y señalan -apuntando fijo con su dedo índice- que todo lo que se quiere
hacer es un oscuro negociado que los conduce a la desconfianza. Al final de
todo, la Beneficencia ya no quiere perder dinero, sólo ganarlo.
Por Pilar
Rivera Ramos
La
Beneficencia Pública de Arequipa parece dejar atrás una etapa de subsistencia
económica e impulsa un nuevo giro financiero que le permitirá mejorar la capacidad
de sus programas sociales.
Según
declaraciones del presidente de Directorio, Edgardo Calderón Paredes, esta
institución debe mejorar su capacidad
autogestionaria “porque tiene un potencial inmobiliario que tiene que ser
aprovechado al cien por ciento”, con lo que se dará fin a una etapa de silencio
económico con deudas casi irrecuperables.
Hacía unos
días, el mismo funcionario hablaba de una pérdida de cerca de un millón de nuevos
soles anuales por concepto de alquileres, y esa recuperación de inmuebles es,
precisamente, el objetivo que se han fijado “entre ceja y ceja” los miembros
del directorio, “para financieramente ganar y no perder, como lo venían
haciendo en otros años”.
Sostuvo que
tradicionalmente la entidad benéfica sólo captaba recursos por alquileres de
sus inmuebles y por la venta de nichos en el Cementerio General de la Apacheta.
Ahora
–dijo- apuntamos a la capacidad económica que pueden ofrecer básicamente el
complejo hotelero Presidente (ex Hotel Presidente), donde se proyecta abrir un
moderno mirador turístico; el circuito turístico de visitas nocturnas al
cementerio general de la Apacheta;
recuperación de las playas de estacionamiento de propiedad de la
Beneficencia Pública de Arequipa y el cobro de alquileres a arrendatarios morosos.
VISITAS NOCTURNAS AL CEMENTERIO
Un paseo
guiado por el cementerio de la Apacheta, promoviéndolo como el museo abierto
más grande de la región, puede generar entre treinta y cuarenta mil nuevos
soles anuales con el cobro de diez nuevos soles por el ingreso (sólo para el
horario nocturno).
Se afirma
que este escenario debe ser revalorizado por la población arequipeña y público
en general, entre los que se considera, también, a los visitantes extranjeros.
“Es la
historia cívica de la ciudad, que todos debemos conocer”, y sus visitas -especialmente programadas en
noches de luna llena- curiosamente pueden ofrecer esa cantidad de dinero.
La
Beneficencia Pública de Arequipa también ha puesto sus ojos en los ingresos que
genera la capilla del lugar y, según convenio con el Arzobispado de Arequipa,
desde ahora todo el dinero que capte este escenario religioso debe entregar el 45%
de las ganancias a la Beneficencia.
Estamos
hablando –señaló- de unos cincuenta a sesenta mil nuevos soles anuales;
mientras que el uso de la playa de estacionamiento, que se ubica en la parte
posterior del Cementerio General, debe dar una ganancia entre quince a veinte
mil nuevos soles mensuales en sus temporadas más altas, como son las
conmemoraciones por los días de la madre, del padre, y todos santos.
MIRADOR MÁS ALTO
En los
últimos cincuenta años, el ex Hotel Presidente, aquel enorme edificio que se
levanta al frente de la iglesia de Santo Domingo, también puede generar otro
importante ingreso.
Abrirlo a
la población como un mirador turístico (desde la azotea), para observar toda la
ciudad, debe generar un ingreso estimado de cien mil nuevos soles anuales.
La idea es
abrir este escenario antes de las fiestas de Arequipa, para lo cual se viene
trabajando en el sistema de seguridad de acceso al piso más elevado; es decir,
gradas y ascensores.
PLAYAS DE ESTACIONAMIENTO
Calderón
Paredes fue enfático en señalar que las playas de estacionamiento en los
últimos diez años no han rendido un céntimo a la institución, y se calcula que
los espacios para estacionamiento de la zona de El Filtro, frontis y sótano del ex Hotel Presidente y de las
galerías Santa Fe (entre las calles Pizarro y Calle Nueva) deben arrojar una
cifra calculada en veinte mil nuevos soles mensuales.
El
presidente del Directorio indicó que, a través de estos ingresos y el cobro
oportuno y actualizado de los cerca de cuatrocientos inmuebles de propiedad de
la Beneficencia Pública de Arequipa, esta institución puede llegar a percibir
unos cinco millones de nuevos soles al año.
“Los
recursos se generan”, resumió, en una frase, la decadencia económica con la que
ha subsistido la Beneficencia Pública que, dicho sea de paso, hace más de treinta
años que no recibe herencias inmobiliarias, pues lo único que ha heredado sólo
han sido deudas.
DATOS
Entre sus
programas sociales, la Beneficencia sostiene albergues y casas de reposo, como el
Albergue de Jesús, Hogar de María, Chávez de La Rosa, el Centro de Salud Mental
Moisés Heresi, albergue Buen Samaritano, entre otros.
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